El aire húmedo favorece el crecimiento de la planta del té y una humedad relativa adecuada es esencial para transformar las hojas de té en té de calidad durante el procesamiento.
El control preciso de la temperatura y la humedad es especialmente importante durante el proceso de oxidación (también conocido como fermentación). Este proceso proporciona las condiciones adecuadas para la conversión de polifenoles en teaflavinas, teanósidos y otros compuestos que dan al té su sabor y color distintivos.
Si las hojas de té se secan, la velocidad de oxidación se ralentizará porque se necesita humedad para el proceso de oxidación. La fermentación continua debe mantener la humedad relativa del ambiente entre 95-98% RH y la temperatura entre 20-26°C. Incluso una ligera caída de la humedad afectará el proceso de fermentación y reducirá la calidad del té.
La humidificación durante la producción de té es beneficiosa:
(1) Procesos de fermentación/oxidación mantenidos a alta humedad relativa (95-98% HR)
(2) Distribución equilibrada de la humedad dentro de las cámaras de fermentación tradicionales de piso y bandeja y la capacidad de mantener una humedad relativa constante durante la fermentación CTC
(3) Promueve el cambio de color e inhibe las manchas: reduce el desperdicio y aumenta el rendimiento.
(4) Humidificación previa a la fermentación durante el laminado y el picado: reduce la resequedad de los bordes rotos
(5) Inhibe la generación de electricidad estática en la producción de bolsitas de té, también mejora el funcionamiento de la máquina y reduce la generación de polvo.
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